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¿Qué es el Slow Fashion?

Actualizado: 13 jul 2019

El Slow Fashion es una nueva filosofía que busca lograr un sistema de moda más sustentable.

Pero qué es ser sustentable?

La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo lo define como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Es decir, tiene que ver con evitar o reducir al mínimo los efectos negativos del desarrollo económico no solo para no perjudicarnos nosotros, sino también para no perjudicar a las personas que vivan en nuestro lugar en el futuro.


Filosofía Slow

El concepto de Slow Fashion surge en el marco del movimiento “Slow”. Éste, como su nombre lo indica – significa lento en inglés – plantea disminuir la velocidad de las actividades humanas y surge como contraposición a la vida agitada de las grandes ciudades. Es un movimiento cultural que propone encontrar el equilibrio entre las actividades de la vida personal y la vida laboral, tomar el control del tiempo y dar prioridad a acciones que generen el desarrollo personal, dándole mayor importancia a la calidad antes que a la cantidad.


El término “Slow Fashion” fue acuñado en el año 2007 por Kate Fletcher, profesora de sostenibilidad, diseño y moda en el Centro de Moda Sustentable de Londres, consultora, activista y autora del libro “Gestionar la Sostenibilidad en la Moda”,entre otros. En palabras de Fletcher:

“Lento no sólo define la velocidad, sino también representa una visión diferente del mundo que aboga por un tipo de actividad de la moda que promueva el placer de su variedad, su multiplicidad y su importancia cultural dentro de los límites biofísicos. (…) La moda lenta representa una ruptura con las prácticas actuales del sector, con los valores y objetivos de la moda rápida.”

Formamos parte de una sociedad consumista en la que compramos ropa de forma acelerada y continuamente. El “fast fashion” (moda rápida), nos ofrece diseños actuales que siguen las tendencias a precios muy accesibles, que se producen de manera rápida dando como resultado, muchas veces, prendas desechables, contaminación y malas condiciones laborales.


Elena Salcedo, autora del libro “Moda ética para un futuro sostenible”, plantea que la moda rápida nace con dos objetivos:

1. Que el consumidor encuentre diseños nuevos en la tienda con más frecuencia.

2. Que el producto que ve el consumidor se adapte mejor a sus gustos y necesidades.


“La combinación de estos dos objetivos nos lleva a otro fin último y principal: que el consumidor compre más. Desde el punto de vista empresarial parece un objetivo lógico pero detrás de este modelo tan seductor para el consumidor, se esconden realidades sociales y medioambientales inimaginables”.


A través del Slow Fashion se busca lo contrario: desacelerar los procesos de producción dedicándole así el tiempo necesario a la elaboración de cada prenda para lograr productos de calidad. También se apoya en la valoración de la producción artesanal local y el desarrollo y respeto de las personas que intervienen en el proceso de producción de las prendas: las que diseñan, las que hacen los moldes, las que cortan, las que cosen, las que distribuyen, las que venden, etc… TODOS! para crear una línea de trabajo basada en el respeto, la colaboración y la ética.


Cuando hablamos de Slow Fashion estamos hablando de una filosofía de consumo responsable, que, además de preocuparse por fomentar procesos más sustentables en la producción textil, intenta mentalizar y educar a los ciudadanos sobre el impacto de las prendas en el medio ambiente, el agotamiento de los recursos y las consecuencias negativas en aspectos sociales.


De esta manera se busca que los consumidores se involucren más en el ciclo de vida de la ropa, no sólo realizando compras fundadas en decisiones reflexivas e informadas, sino también cuidando a las prendas en el período de uso y analizando qué pasa cuando las prendas se desechan. Esto implica también transparencia por parte de los productores, tanto a nivel de materiales como del entorno laboral, para que los compradores puedan conocer las condiciones bajo las cuales se generan los productos que adquieren.


Además, a través del Slow Fashion se alienta a que se genere una relación más estrecha y profunda entre diseñadores, productores y consumidores. De este último se busca una actitud más racional en la compra y en la utilización de la ropa y, del lado del diseñador o productor, una mirada más sustentable en el proceso de producción y la difusión de sus conocimientos en temas de sustentabilidad. El resultado es la apuesta por la durabilidad de las prendas a través de productos bien confeccionados, la búsqueda de ropa que logre empatizar con los usuarios y nuevos roles del diseñador como comunicador y educador de los consumidores.


El Slow Fashion también alienta al uso de piezas de segunda mano o ropa vintage, la reutilización y el reciclaje de prendas y fibras. Además aboga por el comercio justo, la conservación de los recursos naturales y recuperación de técnicas ancestrales.

Este movimiento comenzó a tener más notoriedad luego de un accidente ocurrido en 2013, en Savar, un distrito de Daca, capital de Bangladesh, Asia. En esta tragedia se derrumbó el edificio Rana Plaza en el cual se albergaban fábricas textiles que producían para empresas internacionales de la moda. Murieron más de 1000 personas y más de 2000 resultaron heridas. El edificio obviamente no cumplía con las medidas básicas de seguridad.


Derrumbe del edificio Rana Plaza. Bangladesh
Derrumbe del edificio Rana Plaza

Como resultado de este acontecimiento se pusieron en evidencia las pésimas condiciones en que trabajan muchos empleados de la industria textil, con salarios de miseria y en un ambiente insalubre. Fue a partir de este momento que el movimiento Slow Fashion comenzó a hacerse más visible. También surgieron movimientos como el Fashion Revolution Day y su hashtag #whomademyclothes (quién hizo mi ropa) que tiene como objetivo lograr una “industria limpia” y promocionar e impulsar la moda sostenible y la filosofía del Slow Fashion.


El Slow Fashion se presenta como un cambio de paradigma que contrasta con el sistema al cual estamos acostumbrados y por lo tanto no es tan fácil de adoptar, pero de a poco se va asentando en la mente de las personas debido a que responde a las necesidades y preocupaciones de la sociedad.


Qué opinás sobre la mirada que propone el Slow Fashion? Ya conocías este concepto o es nuevo para vos? Podés dejarnos tu opinión y compartir tu experiencia con nosotros acá debajo en los comentarios!


­­ «Correr no es siempre la mejor manera de actuar. La evolución opera sobre el principio de la supervivencia de los más aptos, no de los más rápidos. No olvidemos quién ganó la carrera entre la tortuga y la liebre.» Carl Honoré


Si querés saber más acerca de este blog entrá acá.


Un abrazo! Y nos leemos pronto :)

Paula

 
 
 

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