Economía circular: reducir, reusar, reciclar.
- Paula Lema
- 10 ago 2019
- 5 Min. de lectura
La economía circular es un nuevo modelo económico que intenta transformar los modelos de producción y consumo de la sociedad para lograr un sistema productivo más sustentable. Lo que propone es reutilizar todo lo que es considerado residuo para lograr un uso más eficiente de los recursos. De esta forma, los residuos se pueden convertir en materia prima para nuevos procesos que generen nuevos productos.
El término "circular" se presenta en oposición a la economía lineal, que es el modelo actual de producción y gestión de los recursos, bienes y servicios. Este modelo busca potenciar el consumo a corto plazo y esto está generando graves problemas económicos, ambientales y sociales.
La economía circular se presenta como una solución a estos problemas. El objetivo de este nuevo modelo es el de cerrar el ciclo de vida de los productos, alargando su vida útil y reduciendo los residuos a través de la recuperación, el reciclaje y la regeneración.
En la naturaleza no existe la “basura”: todos los elementos que la componen cumplen una función de manera continua y son reutilizados para su aprovechamiento en diferentes etapas. La economía circular se plantea tomando como ejemplo la forma en que funciona la naturaleza. Los residuos de unos se convierten en recursos para otros. El producto debe ser diseñado para que la reutilización de los materiales que los componen sea posible.
Simplemente significa alejarse del modelo de “hacer, usar, tirar” que se ha convertido en la norma para un mundo que se ha acostumbrado al consumo de cosas en exceso a precios demasiado baratos y, en cambio, volver a un sistema que trata nuestros recursos con más cuidado. En la práctica, la economía circular se consigue mediante la reparación, el reciclaje, la reutilización y la refabricación de los productos y es la forma en que los consumidores y las marcas debemos pensar en nuestra ropa hacia el futuro.

Una de las principales referentes de la economía circular es Ellen MacArthur, quien a través de su Fundación Ellen MacArthur, promueve la transición hacia una economía circular basándose en tres principios:
1: Preservar y mejorar el capital natural: Particularmente manteniendo el control sobre el uso de los recursos naturales no renovables. Se debe promover la reutilización de los recursos y la sustitución de algunas materias primas, a la vez que se crean condiciones para la regeneración.
2: Optimizar el uso de los recursos a través de la rotación de productos, componentes y materiales con la máxima utilidad en todo momento. Esto supone llevar a cabo una reestructuración en la etapa de diseño de los bienes, de modo tal que las materias primas empleadas sean reutilizables. De esta forma los componentes y materiales podrían recircular y contribuir nuevamente a la economía.
3: Fomentar la eficacia del sistema: Alcanzar un sistema más eficiente eliminando las externalidades negativas. De esta forma se lograría reducir el impacto negativo de la actividad humana en términos de contaminación.
Pero cómo se aplica este concepto de economía circular a la moda?
Hay muchas formas de incorporar la circularidad en el sistema:
Alquiler de ropa
Esta es una de las formas más obvias de reducir el desperdicio y desacelerar nuestros niveles de consumo y al mismo tiempo permite a las personas satisfacer su necesidad de novedad y autoexpresión. De esta manera, se alarga el ciclo de vida de la prenda y además se reduce el uso tanto de materias primas como de energía y dinero que se necesitan para la producción de las prendas.
Reventa de ropa
En esta misma línea, las Ferias Americanas o de venta de ropa Vintage también alargan el ciclo de vida de las prendas ya que la idea es vender ropa usada pero en buen estado que las personas desechan pero que puede interesar a otra persona. Además, en estos casos, la prenda viene con una historia, recuerdos o momentos que tuvieron los anteriores dueños usando esa ropa… Todas estas referencias a aspectos sentimentales de la prenda pueden generar empatía en quien la adquiere y dar un valor agregado a los objetos.

Diseño de prendas para que no tengan desperdicios:
Una economía circular que mantiene las prendas en circulación por más tiempo no es suficiente. La idea de circularidad también debe aplicarse a la forma en que se fabrican la ropa y a cómo se producen los textiles de manera que haya un circuito cerrado que permita desmontar y reciclar los textiles una vez que el producto ya esté desgastado. Así, el producto debe ser diseñado pensando en que al final de su vida útil pueda ser reutilizado y reciclado.
Reutilización de prendas:
Las prendas pueden arreglarse y customizarse a través de bordados, estampas, teñidos, etc, para alargar su ciclo de vida o también pueden deconstruirse y generar nuevas prendas de la misma u otras tipologías y funcionalidades. Esta opción permite generar prendas creativas y originales. Dentro de esta categoría podríamos incluir el upcycling (o supra-reciclaje), término que se utiliza para referirse al proceso de reciclaje que genera como resultado un producto de igual o mejor calidad y utilidad que el que se utilizó como materia prima.
Reciclaje de textiles:
Es necesario que las empresas textiles realicen más inversión para encontrar formas eficientes de reciclar los textiles y si, además las prendas fueron diseñadas pensando en la facilidad del desmontaje y reciclaje, este proceso se podría facilitar.
Es importante invertir en la búsqueda de nuevas soluciones para mantener los materiales que ya existen en el sistema durante más tiempo. La reingeniería para aprovechar los desechos tanto del proceso de producción, como las prendas que quedan en stock y no se venden o las prendas a final de su vida útil, es clave para lograr la aplicación de la economía circular al sistema de la moda.
La economía circular se presenta como un camino alternativo para crear procesos de producción y consumo más sustentables. Pero lograr este objetivo es un desafío que tenemos que atravesar en conjunto consumidores, diseñadores, empresas y el sector público.
Para favorecer el desarrollo de este modelo es imprescindible que los gobiernos lleven adelante regulaciones que promuevan esta iniciativa, pero además tenemos que trabajar en nuestro papel como consumidores y cambiar el chip: empezar a cuestionarnos la forma en que consumimos. Empezar a pensar si necesitamos comprar algo antes de arreglarlo, si no podemos reutilizar un producto antes de comprar uno nuevo y cambiar nuestros hábitos hacia estilos de vida más sustentables.
En este link podés ver un video de la Fundación de Ellen MacArthur donde se explica la idea de la economía circular.
Acá te dejo para que veas otro vídeo sobre economía circular realizado por la fundación española Cotec.
¿Vos aplicás el concepto de circularidad en tu día a día?
«Nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma» Jorge Drexler
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Un abrazo! Y nos leemos pronto :)
Paula
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