top of page

Consumo, luego existo?


El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman expresa que "el consumo es un hecho banal, incluso trivial. Todos lo hacemos a diario (...), se diría que rutinariamente y sin demasiada planificación y sin pensarlo dos veces.

…se trata de una función imprescindible para la supervivencia biológica que nosotros, los seres humanos, compartimos con el resto de los seres vivos, y sus raíces son tan antiguas como la vida misma. No hay dudas de que consumir es una parte integral y permanente de todas las formas de vida que conocemos."


Podemos decir, entonces, que el consumo es la acción de consumir o gastar, ya sea comida, energía, ropa u otros productos, bienes o servicios, para satisfacer necesidades de distintos tipos. Es, en sí, una actividad imprescindible para vivir.


Pero no es lo mismo consumo que consumismo. Como plantea Bauman, el consumo es fundamentalmente un rasgo del individuo humano, en cambio, el consumismo es un atributo de la sociedad.


El consumismo es una especie de acuerdo social en el cual el consumo es la fuerza principal que impulsa a la sociedad y el factor primordial que determina el “estilo” y el “sabor” de la vida social estableciendo patrones de relaciones entre las personas; una fuerza que coordina la integración social, la estratificación social y los procesos individuales y grupales de autoidentificación.


En este contexto, consumir deja de ser sólo un acto individual de las personas para pasar a ser una inversión en la propia pertenencia a la sociedad y así adquirir valor social y también potenciar la autoestima individual, ya que el consumir es una condición esencial para corresponder a esa sociedad.



Una característica de la sociedad de consumo es el fast fashion (moda rápida) que está basado en realizar la producción y venta de las prendas en un tiempo muy acotado. De esta forma, los consumidores pueden renovar su guardarropas constantemente con las prendas de moda y sin gastar mucho dinero. Además, la presión de la sociedad para reinventarse constantemente adaptándose a tendencias del momento también contribuye a la proliferación de este sistema.


Quizás en la moda se hace más evidente el exceso de consumo, aunque no es un caso aislado, todo nuestro sistema económico está basado en el consumo masivo.


Pensemos, por ejemplo, en el mundo de los teléfonos celulares en el cual todo el tiempo salen nuevos modelos que todos nos queremos comprar, o en la agricultura donde se utilizan químicos para generar cada vez más producción sin importar las consecuencias. Así podemos encontrar un montón de ejemplos en distintos ámbitos y todos responden al mismo principio: la producción en masa y la explotación irracional de los recursos con el fin de conseguir la venta masiva de productos y/o servicios.



Bauman dice que en esta sociedad consumista la “felicidad” no está asociada con la gratificación de los deseos, sino con el aumento permanente y la intensidad de aquéllos, lo que produce la necesidad de adquisición constante de nuevos productos para satisfacer esos deseos.


Las consecuencias inmediatas de esta urgencia por adquirir productos constantemente es la acumulación, lo que luego se traduce en una necesidad imperiosa por eliminar y reemplazar esos productos.


De esta manera la economía consumista resulta en un sistema de excesos y deshechos que producen problemas de contaminación, sociales y culturales. Lo importante es adquirir nuevos productos continuamente, pero sin cometer el error de darle un valor sentimental, ya que ese producto tiene que ser reemplazado inmediatamente por otro para satisfacer los nuevos deseos que genera la sociedad.


«Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño. Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.» Bauman

La publicidad es buena amiga de la sociedad de consumo. A través de aquella, las grandes marcas fomentan el consumo de productos elaborados para usarse y desecharse, nos dicen que la felicidad tienen que ver con lo material y la verdad es que muchas veces nosotros nos creemos ese cuento y pocas veces nos ponemos a pensar de dónde vienen a dónde van a parar esos productos una vez que los desechamos.


La filosofía Slow y el Slow Fashion abogan por dejar de lado el consumismo para pasar a una sociedad de consumo responsable donde el consumo (actividad imprescindible para vivir) no sea resultado del deseo de adquirir, acumular y desechar, sino que esté motivado por aquellas cosas que realmente importan y dan sentido a la vida de las personas. Busca que el hecho de consumir sea una actividad realizada con reflexión y tomando consciencia de cuáles pueden ser las consecuencias de esa acción. En el marco de esta filosofía, las comunidades, las relaciones y los lazos sentimentales toman mayor importancia que el adquirir objetos materiales sólo por el hecho de consumir.


El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica realiza la siguiente reflexión con respecto al consumo:


«La gente está metida dentro como de una gigantesca telaraña que es la sociedad de consumo, que está montada en función de la acumulación…Cuando tú compras algo, no te equivoques, el instrumento es la plata con la que tú estás comprando. Pero en realidad estás comprando con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Lo que quiere decir que cuando tú gastas, en el fondo lo que estás gastando es tiempo de tu vida, que se te fue.»

Tal vez tengamos que preguntarnos: ¿Hasta qué punto el consumo constante y excesivo nos reconforta y satisface nuestras verdaderas necesidades y hasta qué punto nos agobia, nos esclaviza y nos hace más infelices?


En relación con este tema, desde La Luna Estudio Creativo te invitamos a participar del Fashion Show que organiza la Revista El Sureño en Octavia (San Martín y Alvear), este jueves 13 de Junio a las 21hs, en el cual estaremos realizando el cierre del desfile con una intervención artística de impacto en torno al consumismo desde la mirada del Slow Fashion y el Upcycling. Es un trabajo realizado por alumnas y profes del estudio a partir de la colaboración y reflexión colectivas. No te lo pierdas!



Para más información sobre este evento: @laluna.estudiocreativo, @revistaelsurenio


«El consumismo promete algo que no puede cumplir: la felicidad universal.» Zygmunt Bauman


Si querés saber más acerca de este blog entrá acá.


Un abrazo! Y nos leemos pronto :)

Paula

 
 
 

Opmerkingen


© 2022 LA LUNA FASHION STUDIO

todos los derechos reservados.

  • Facebook - White Circle
  • Instagram - White Circle
bottom of page